martes, 16 de septiembre de 2014

Luc Besson, el cineasta filósofo, nos presenta a “Lucy”, otra de sus fascinantes mujeres



Los cinéfilos, e incluso quienes no lo son, estamos hace tiempo relacionados con el  tipo de cine de acción futurista o dramático que siempre ha caracterizado al director francés Luc Besson, responsable de cintas de gran nivel como Nikita, El Profesional y El quinto elemento, todas óperas primas de un tipo de cine en que las balas y las luchas cuerpo a cuerpo estupendamente coreografiadas matizan un argumento inteligente, pero no por ello excento de poder transmitir emociones y hacernos meditar sobre el futuro del género humano y además todas protagonizadas por mujeres. 

Besson lleva años enamorándonos de sus heroínas endurecidas por el sufrimiento de un trauma que logran superar y que las convierte en seres superdotados física y emocionalmente, capaces de vencer hasta a su propio corazón.Ya lo hizo en los 90 en la cinta franco italiana “Nikita” estelarizada por la esbelta Anne Parillaud en que una ex convicta sentenciada a muerte es salvada para transformarla en una perfecta máquina asesina.



 "Nikita" filme de Besson estrenado en 1990

También lo logró en 1994 en la recordada película “El Profesional” o "león", donde la joven de 12 años Nathalie Portman, debió aprender de un sicario, encarnado por Jean Renó, el oficio con que finalmente se vengaría del policía vicioso que ejecutó a su familia. 


 Jean Renó y Nathlie Portman en "El profesional"

Y vuelve a mostrarnos el esquema de la mujer guerrera en la cinta de acción futurista, “El quinto elemento” estrenada en 1997, donde de una mujer, Lilu, interpretada por Mila Jovovich, a quien llaman “el ser supremo”, depende la continuación de la vida, sin embargo ella se debate si cumplir con su función de salvadora o no después de que evisando la historia se da cuenta de lo imbécil de la especie humana y obviamente se pregunta: Para qué debo salvar a los hombres? 



Mila Jovovich y sus impactantes ojos dieron vida a Lilu en "El quinto elemento"

Por todo esto no sorprende que ahora en “Lucy”, sea nuevamente una mujer el centro de la trama de esta película de Luc Besson que parece tener la fórmula perfecta: Grandes estrellas, una genial y creíble historia muy de nuestros días y también algo fantástica y maravillosos efectos especiales dignos de una gran superproducción. 





“Lucy”, fue el estreno que llegó este fin de semana a nuestros cines protagonizado por la rubia favorita de Hollywood en este instante, Scarlett Johannson; quien ya se ha lucido en el papel de “Viuda negra” y del más que talentoso actor, Morgan Freeman, quien no sólo nos obsequia nuevamente una más de sus soberbias actuaciones sino que además narra cierta parte de la cinta, con su voz grave y seductora, la misma con que le consiguió el Óscar al documental “La marcha de los pingüinos”. 

"La marcha de los pinguinos", película documental francesa del 2005


Morgan Freeman, actor norteamericano de 77 años

El argumento no es nada que antes no se haya hecho. Lucy se ve inmersa en un sucio negocio de estupefacientes y los traficantes la usan como mula para una nueva droga sintética que potencia sus capacidades cerebralesy mientras ella se tranforma de una mujer normal y asustadiza que lucha por sobrevivir en una mortífera X Men clase cinco, el público medita sobre los riesgosque pudiera implicar que una sola persona pudiera llegar a tener tanto poder mental. Pero a pesar de que el director no ha descubierto el agua tibia, no es lo que cuenta sino cómo lo cuenta lo que hace que el espectador abandone la perpectiva cinematográfica y se ubique en un plano subjetivo en “Lucy”.

La impresionante Scarlett Johansson, protagonista de "Lucy".

Besson hilvana los trazos de su historia con metáforas de la vida salvaje y con estas secuencias teje y desteje, ubicando a la cinta en su contexto, complementádola o sacándola de él también y aun así usted jamás pierde el ritmo. La fotografía con que está compuesta es poesía visual, paisajes del universo que se intercalan con el filme,todo esto sucede mientras es  narrado por la voz de Freeman. En esta ocasión, su personaje, el profesor Norman, relata el desarrollo del cerebro y guía a la heroína en su dramática tranformación. A través de él, el director esboza su filosóficaidea sobre la humanidad, sus procesos de evolución y hacia dónde va con todo lo que ha logrado. El cineasta propone que antes del siguiente paso para el desarrollo humano deberemos cuestionarnos si es necesario conservar sentimientos como la pasión o el amor, para lograr el definitivo salto evolutivo. Luc Besson usa a las mujeres de sus historias para convertirse en un filósofo de la vida; Lucy es otra prueba más de ello.

No sé ustedes, pero yo si quiero ver lo que hará después.

Luc Besson, director de cine francés.


Uno de los carteles de "Lucy" para Estados Unidos



                                                                               








1 comentario: