A
GINGER
Ojos sinceros
Pero más fríos y falsos
Que intensiones de lobo manso
Ante los ingenuos corderos.
Cabello dócil y lacio
Que presume calma absoluta
Pero de rebeldía disoluta
Hasta el más hondo cansancio
Labios de tímidos besos
Inocentes e infantiles
Que pretenden ser gentiles
Mientras te causan embeleso.
Manos pequeñas y ágiles
Como mariposas nocturnas
Son arañas meditabundas
Esquivas pero fáciles.
Rostro pálido e inocente
De ángel azul, de divina musa,
Que provoca sensaciones confusas
Y el desasosiego más inclemente.
Como la aurora, hermosa,
Con andar de golondrina,
Y de elegancia felina
Tan bella como vanidosa.
Un rubí, un sol, una rosa
Eso y mucho más es ella
Como la luna tierna, bella
Mi niña…
¡Mi diosa!
De su madre con todo el corazón, para mi Ginger
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